Una cita con el Rey
La mejor parte de nuestro día debe ser buscar el rostro del Señor. Salmos 105:4 "Buscad a Jehová y su poder; Buscad siempre su rostro". No podemos decir que tenemos una relación con Dios, si nunca le dedicamos un tiempo de calidad cada día. Cuando tenemos una cita con el doctor, de trabajo, con nuestro esposo o hijos, establecemos una hora, y aunque tengamos muchas ocupaciones, administramos nuestro tiempo para no faltar a esa cita, porque para nosotras es importante. Ahora pensemos ¿no será importante apartar un tiempo en nuestro día para nuestra cita con el Rey de reyes, Señor de señores, con el creador del universo?
La biblia nos insta a orar, a buscar de Dios cada día, a amar su palabra, a dedicar un tiempo de comunión con Dios. No hay un versículo que nos especifique la hora en que debemos orar, pero tomemos el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo en Marcos 1:35 "Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba". Por la mañana es un tiempo muy especial para tener nuestra cita con el Rey, el Rey merece nuestras primicias.
No es un mandamiento hacerlo por las mañanas pero sí un buen ejemplo, recuerdo que en un principio tenía mi tiempo con Dios por la noche, por las mañanas me era muy difícil por mis ocupaciones, pero en mi caso, por las noches no era la hora correcta, en más de una ocasión me quedé dormida. Querida hermana, te invito a que tomes una hora del día para que tengas tu tiempo con el Señor, apúntalo en tu agenda, si es posible a la misma hora, y como lo haces con tus demás citas, administra tus quehaceres para que llegues a tiempo a tu cita con el Rey.
Me pongo a pensar en ese día en que tuve mucho que hacer, en el que tuve tanto trabajo o mucha tarea en la escuela, incluso en el día que estuve tan ocupada sirviendo a Dios que me olvidé de Él. El Señor se merece la preeminencia EN TODO en nuestro día y nuestra vida (Colosenses 1:18b).
En más de una ocasión me he sentido identificada con la con la historia de Marta y María (Lucas 10:38-42), y probablemente usted también, mi hermana, tristemente nos identificamos más con la actitud de Marta, cuando el Señor Jesús se presenta en la casa de Marta y María, Marta se afana tanto en servir a Jesús que se olvida de pasar un tiempo con ÉL, en cambio, María se olvidó de los quehaceres, de los afanes y se sentó a los pies de Jesús, y Jesús le dice a Marta que sólo una cosa era necesaria y María había escogido la mejor parte.
Sólo una cosa es necesaria para nuestro Señor, ¿Quieres escoger la mejor parte cada día? Escoge sentarte a los pies de Jesús, oye su voz, busca su rostro cada día.