Un vaso de honra, para su casa
2da Timoteo 2:19-22
Cuando hemos conocido a nuestro Salvador, es un verdadero privilegio servirle, Él nos ha dotado de dones espirituales, cuanto más le servimos mayor es nuestro gozo. En la 2da carta del Aposto Pablo a Timoteo le escribe a su joven discípulo los tipos de vasos que en una casa pueden existir y usa esta analogía para ilustrar nuestro servicio de Dios su iglesia.
En nuestro hogar hay recipientes que se utilizan para algo especifico o fines especiales. Por ejemplo, en mi casa tengo una caja donde pongo mis zapatos para que no estén tirados por todos lados, unas macetas apiladas en mi jardín, unos platos y recipientes que utilizo para guardar los alimentos, los mantengo estos limpios donde no les caiga polvo y antes de usarlos, los enjuago y me aseguro de que estén bien. Pero al parecer el apóstol Pablo se estaba refiriendo a los recipientes que tiene un uso despreciable, aquellos que contienen desperdicios como basura o comida que ni siquiera queremos acercarnos a el o tocarlo.
En la 2da Timoteo 2:21 dice: que hay vasos que son "útiles para Cristo" estos vasos se caracterizan por tres cosas: El primero es que han sido santificados. Las personas que son útiles para el Señor han sido salvas y caminan con Él en el proceso de santificación, cooperando con el Espíritu Santo a medida que Él los cambia para hacerlos cada vez más semejantes a Cristo. En segundo lugar, son usados por él Maestro (Cristo). Tercero, están preparados para toda buena obra.
En este versículo se nos da una advertencia de que debemos ser limpiados para convertirnos en vasos útiles para el Señor. La santificación es el proceso que el Espíritu Santo usa para cambiarnos a la imagen de Cristo cada vez más. Es su poder trabajando en nosotros lo que nos permite hacer esto. Pero también debemos cooperar con el Espíritu en este proceso. Entonces, ¿cómo nos limpiamos? El versículo 22 continúa diciendo: "Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor" Nos da una advertencia de que estas cosas nos distraen y nos impiden madurar en Cristo.
Entonces, de manera práctica. ¿Cómo se ve esto en nuestras vidas? Al igual que con los recipientes, nuestras vidas se caracterizan por las cosas que ponemos y las cosas que nos aferramos. "¿Estoy limpiando las cosas que no tienen lugar en un vaso santificado y apartado para que Dios las use? ¿Estoy llenando mi mente de pensamientos buenos, amorosos y pacíficos? ¿Estoy eligiendo alejarme de los chismes y las conversaciones negativas o quejándose? ¿Qué tipo de cosas estoy pensando en mi mente a través de la televisión, las redes sociales y las películas? ¿Estoy compartiendo con mi familia y mi comunidad cosas que los edifican y les demuestre el amor y la paz de Cristo?
Cuando estamos dispuestas a examinarnos, o mejor aun que Él nos examine y permitir que Dios nos limpie el interior de nuestros vasos a través de su palabra (Juan 15:3), podemos esperar que Dios sea fiel para usarnos y también para equiparnos, para toda buena obra que Él tiene planeada para nuestra vida. Entonces podemos sentir el gozo de tener: Vidas con propósito y servicio en la casa de Dios.