Todo hacedlo como para el Señor. Colosenses 3:23

Es tan difícil e ilógico para el mundo, amar y servir a alguien cuando esa persona no muestra ninguna gratitud hacia tu servicio y a veces es difícil para nosotras como creyentes también estando en este cuerpo pecaminoso, pero el Señor nos da un mandato, no como consejo, sino más bien como una orden, de hacer TODO PARA ÉL.

En los versículos 18 al 22 del capítulo 3 de colosenses Pablo da a la iglesia por parte del Señor, los deberes de las casadas, del esposo, hijos, padres, de los siervos y los amos. Todas estas relaciones son comunes en nuestra vida diaria, en nuestro trabajo con nuestro jefe, en la escuela con nuestros maestros, en nuestra casa con nuestros esposos, y a veces es difícil sujetarse a estas personas y más aun si no son creyentes.

Para mí muchas veces lo ha sido, quizás no sea la mejor ilustración, pero recuerdo en una ocasión, cuando estaba en la escolta de la escuela, teníamos que presentarnos en un desfile del 15 de septiembre con nuestro uniforme y con una coleta sin copete, como no me gustaba llevar una coleta sin copete, decidí no sujetarme a la orden que me habían dado, en aquel tiempo no lo pensé así, pero qué mal testimonio estaba dando, no solo a mi maestro, sino también a mis compañeras. El Señor nos manda a hacer todo, a servir y sujetarnos como para ÉL.

¿Estamos sirviendo, amando y sujetándonos a las autoridades que tenemos aquí en la tierra? Ya sean nuestros padres, esposos, pastores, maestros, jefes, debemos servirles pensando que al Señor lo hacemos, no sé si a usted, pero al pensarlo de esta forma, me hace cambiar mi forma de servir a los demás. Podemos ser de gran impacto y testimonio si nuestro servicio es realmente para el Señor, en 1 de Pedro 3:1 exhorta a que por el testimonio (sumisión), su marido puede se ganado sin palabras.

Mi hermana, no espere recibir la recompensa de su jefe o a quien este sirviendo, quizás ellos ni se den cuenta de su servicio, pero Dios si lo ve y dice el versículo 24 de colosenses 3, que del Señor recibiremos recompensa de la herencia, esta es la mejor recompensa que podamos recibir, recuerde que A CRISTO EL SEÑOR SERVIMOS.