Su Gracia es suficiente para llevarnos a través del valle mas oscuro.
Hay predicadores en la televisión y autores de libros populares que siempre predican este mensaje de, si seguimos a Dios con suficiente fe, Él nos concederá a tener vidas llenas de felicidad, riquezas, salud y éxito en lo material. Estos son los defensores del evangelio de la prosperidad, mientras las cosas vayan bien, podría parecer que estos predicadores tienen razón.
Pero la vida esta llena de dificultades. ¿Y que respuesta tendrían los predicadores del evangelio de la prosperidad cuando la vida es difícil? "Si estas enfermo o sufriendo", "Es por que no tienes suficiente fe". Es tu culpa. Para ellos, Dios es como una maquina de refrescos. Si no te da el refresco correcto, es por que no pulsaste los botones correctos. Esta es una enseñanza falsa.
Dios no es una maquina de refrescos. El sabe lo que es sufrir: descendió del cielo se hizo hombre para experimentar todos nuestros dolores y problemas por si mismo. Él no borrara todos los problemas que tenemos. Pero Él promete encontrarse con nosotros en nuestro dolor, caminar con nosotros a través de los tiempos oscuros, y usar nuestro sufrimiento para nuestro bien y para su gloria.
Miremos la vida del apóstol Pablo. ¡La mayoría esta de acuerdo en que Pablo fue un hombre lleno de fe en Jesucristo! Dios lo uso para escribir la mayoría de los libros del Nuevo Testamento. Dios se le apareció personalmente y le hablo directamente varias veces. Pero él lucho a través de muchas pruebas y problemas.
Podemos aprender mucho de su experiencia en 2da Corintios 12:6-10
6 Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. 7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8 respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9 Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
El sufrimiento de Pablo no fue un castigo por su pecado. No fue por que no tenia suficiente fe. Él entendió que Dios tenía un propósito: mantenerlo humilde. Dios lo estaba usando para cambiar el mundo. Pero su "aguijón en el costado" no le permitió enorgullecerse. A pesar de que fue doloroso para él, Dios había decidido de que así fuera, por que sabia que era lo mejor para él.
¿Dios estaba haciendo malo con Pablo? Dios quiere aumentar nuestras fuerzas y resistencia para que podamos enfrentar las pruebas con fortaleza. Pablo le pidió a Dios que quitara su dolor, pero Dios le ofreció algo mejor. En el versículo 9 dice: "Mi GRACIA ES SUFICIENTE PARA TI". La Gracia de Dios es suficiente para Pablo, y es suficiente para llevarnos a través de los valles más oscuros.
En invierno pasado, una familia que amo mucho fue golpeada con una terrible tragedia. En Alaska, la mayoría de nuestros pueblos no tienen caminos hacia el mundo exterior. Volamos en pequeños aviones para trasladarnos de un lugar a otro. El 7 de enero, mi amiga vio a su esposo y a sus dos hijas más pequeñas partir en un avión hacia una ciudad más grande, para ver jugar a sus hijos mayores en un torneo de voleibol. Tenia unas cosas que hacer, así que ella volaría una hora más tarde para alcanzarlos, Una hora mas tarde cuando llego se sorprendió que su familia no estuviera en el lugar. Su sorpresa se convirtió en miedo cuando los pilotos fueron a buscar el avión perdido. El miedo se convirtió en incredulidad y dolor puesto que encontraron las partes del avión flotando en el lago. Su esposo y sus hijas estaban en un lugar debajo del profundo lago.
Mi amiga y sus dos hijos mayores tuvieron que recorrer un sendero muy oscuro a través del valle de la sombra de muerte. Estaban pasando por todas las emociones normales de dolor. Pero todos nos sorprendimos con aquellas palabras que compartió:
Constantemente encuentro la gracia que me ayuda en estos momentos de necesidad. Aquí, en este lugar de dolor, Dios es verdaderamente mi refugio y mi fortaleza, y mi ayuda muy presente en mis tiempos de problemas. (Salmos 46:1). De alguna manera, la profundidad del dolor aumenta la capacidad de tener una alegría. ¿No debería el dolor hacer negar la alegría? ¿No debería de haber mas risas o goces? La razón por la que es posible pasar estos momentos, confiando y con esperanza, es porque, tengo un lugar seguro para soportar el dolor solo en Él. Él es quien me conoce, es consciente de lo que necesito y completamente capaz de proporcionarlo.
Hebreos 4:16 "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro." En medio del dolor y las cosas que nadie puede imaginar porque cada corazón experimenta su dolor, ve un vistazo de cuan grande es Dios, cuan insondable es su poder, cuan profundo y amplio es su misericordia y compasión. Sus recursos son infinitos y nos mira con ternura."
Esto testimonio fue cuatro meses después de que perdiera a su esposo, y a sus dos hijas. Ella todavía estaba en un profundo dolor. Lo que fue sorprendente fue la gran gracia de Dios que la acompaño cuando la necesito para ayudarla a atravesar su dolor.
Todas enfrentamos pruebas de muchos tipos. Algunos de ellos pueden ser debido a nuestro propio pecado, otros por el pecado de otra persona se esta extendiendo a nuestras vidas y otros porque vivimos en un mundo con pecado. No importa cuál sea tu situación, podemos clamar a nuestro gran Dios y recibir su gracia para ayudarnos. Él nos dará la fuerza y la paz para enfrentar cada prueba con gracia, en nuestras palabras, pensamientos emociones y acciones. Si la gracia de Dios es suficiente para salvarnos y transformarnos a la imagen de Cristo, es suficiente para darnos todo lo que necesitamos para pasar por las pruebas de la vida.