Su Gracia es suficiente para la Santificación
La Gracia de Dios es tan grande que puede salvarnos de la muerte y devolvernos esa relación viva a través de Cristo Jesús. Una vez que recibimos esa Gracia Salvadora de Cristo ¿Cómo vivimos esa nueva vida? ¿Cómo dejamos de hacer las cosas que nos llevaban a la muerte y tener una Vida nueva en Cristo?
La Santificación es el proceso de la Gracia de Dios el cual nos cambia para rehacernos a la imagen de Jesús.
Continuando con nuestro libro de Efesios ahora los versículos 2:8-10
8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe.
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
El motivo por el cual Dios derramo su gracia para salvarnos es para ser transformados siendo hechura suya como el cuerpo de Cristo Jesús. Recuerda no somos salvos HACIENDO cosas buenas. Pero el hecho es que muchas veces fallamos, nos sentimos débiles y no podemos. ¡No soy suficientemente buena! Es verdad ¡NO! podemos. Pero la buena noticia es que no tenemos que hacerlo. La gracia de Dios es justo lo que necesitamos para guiarnos, crecer y cambiarnos de adentro hacia afuera. Él y solo Él hace el trabajo en nosotras a través del Espíritu Santo.
Cuando Jesús llamo a Lázaro fuera de la tumba, lo trajo a la vida. Pero no solo lo dejo ahí parado envuelto como momia. ¡Lázaro necesitaba deshacerse de la vieja y apestosa ropa de la muerte y seguir adelante!
Romanos 6:22-23
22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
La Gracia de Dios nos libera y luego nos hace crecer a través de la santificación a la vida eterna. Él pone su Espíritu Santo en nosotras para hacernos crecer en Cristo. Recuerdo que en la escuela plantamos una semilla en un vaso de papel y esperamos a ver crecer la planta. Siempre me pregunte ¿Cómo es que la raíz se profundiza y el tallo va creciendo? De la misma manera, el Espíritu de Dios vive dentro de nosotras nos dirige a crecer. Él nos muestra el camino correcto y nos da lo que necesitamos para ser fuertes y sanas a medida que crecemos en sus caminos.
Una vez que nuestra semilla se formo un árbol, ahora ese árbol comenzara a dar frutos. ¿Pero qué clase de frutos produce la gracia de Dios en nuestras vidas cuando creemos en Él?
Gálatas 5:22-23
22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Cuando pasas frente a un naranjo, ¿Lo has escuchado gimiendo y esforzándose por producir una naranja? Sucede naturalmente ya que el árbol absorbe la luz del sol y atrae agua y nutrientes a través de sus raíces.
Lo mismo es con nosotras. No producimos piedad en nuestra vida esforzándonos por seguir una lista de reglas. Cuando absorbemos el amor y la paciencia de Dios y nos enraizamos profundamente en su palabra, oración y comunión, el fruto se desarrollará.
Entonces mirando la vida como cristianos ¿Qué vemos? ¿Tenemos más frutos que al principio? ¿Nos resulta más difícil obedecer a Dios? A veces me desanimo sobre mi propio caminar con Jesús y pienso en lo lejos que estoy de parecerme a Él, me ayuda a mirar hacia atrás y ver como he cambiado a lo largo del tiempo. Me da esperanza y valor porque todavía no ha terminado conmigo ¡Él es fiel y terminara el trabajo que comenzó en mí!
La gracia de Dios no guía en el proceso de santificación, pero también tenemos un papel que desempeñar, respondiendo a la dirección del Espíritu. Debemos HACER lo que Él nos dice, incluso cuando no sea cómodo o fácil. A veces Él corta ramas en nuestra vida que nosotras preferiríamos quedárnosla. Y sabemos que es doloroso, pero el resultado final es que crecemos a la imagen de Cristo y producimos mas frutos para su gloria.
Mi aliento es que si somos seguidoras de Jesús debemos pasar mas tiempo meditando en la gracia de Dios en nuestra vida. Recordando como llegamos a confía en Él por primera vez.
Al pensar en la Gracia de Dios durante este tiempo, note que Dios estaba haciendo un cambio en mí. Él me esta dando paciencia a pesar de que me han ocurrido algunas situaciones muy difíciles. Me esta haciendo mas feliz, e incluso ayudándome con mis desafíos de autocontrol. ¡Ha sido realmente increíble! He sigo seguidora de Jesús durante muchos años, pero Él esta haciendo algo nuevo en mí. Entonces si has sido una creyente durante mucho tiempo ¡Dios todavía esta por hacer algo nuevo en ti, déjalo que trabaje!