Salmos 32:3-5 "Los Salmos para mi vida"

08.05.2019

Salmo 32. "La lucha de cubrir el pecado, y el gozo de la confesión"


V.3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el día.

V4. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah

V5. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah

El cubrir su pecado lo había agraviado por dentro. La manera en la que le estaba afectando el callarlo y mantenerlo "escondido" en lugar de confesión y arrepentimiento.

-Mientras callé, se envejecieron mis huesos: "Mientras no confesé mi pecado, mi cuerpo iba decayendo" DHH. Una doble vida que estaba llevando el Rey David, lo estaba consumiendo por dentro como si fuera una enfermedad, envejeciéndolo y desvaneciéndolo poco a poco.

- En mi gemir todo el día: recordemos que la batalla del pecado comienza primero en la mente y el no tener una conciencia tranquila significa que hay una gran barrera en nuestra relación con Dios y con los demás. Ese dolor día a día que solo él podía entender, puesto que él era quien había cometido dicho pecado.

- Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano: agravó כָּבַד kabad or kabed traducida por «pesado». Dios aflige nuestro corazón constantemente para comprender que estamos en rebelión contra Él, sufriendo bajo el resultado del pecado.

- Se volvió mi verdor en sequedades de verano: "Como flor marchita por el calor del verano, así me sentía decaer." DHH. Podemos notar que en nuestro versículo termina con la palabra Selah que indica un aumento o prolongación del acompañamiento, para enfatizar esta terrible ilustración de un alma que se carcoma a sí mismo. ꟷW. E. Vine Diccionario expositivo.

David estaba reconociendo su sequedad por el pecado, cualquier intento por esconderlo delante de Dios denoto su pecado, y no le permitiría permanecer ahí. El Señor quiere que rompamos el silencio y buscar arrepentimiento.

- Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad: comenzamos en contraste con el versículo. Finalmente, David rompió el Silencio admitiendo sus faltas, sin embargo, las escrituras nos demuestran una y otra vez lo responsable que somos ante Dios. Recordemos que nuestra palabra iniquidad (Awon) que abarca el juicio de Dios sobre el pecado. David sabía que habría una consecuencia, Dios no puede ser blando ante el pecado, nos llama a su justicia.

-Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah

Sin embargo, David entendió la misericordia y gracia perdonadora del Señor. David confesó y experimentó este perdón inmediatamente. Como hijos de Dios nuestra confesión nos lleva a un arrepentimiento de nuestros pecados y mediante la misericordia de Dios, nos libera de esa deuda que fue el costo más grande la muerte de nuestro Señor Jesucristo.                 

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