Salmos 11:1 "Los Salmos para mi vida"
Salmos 11. El fundamento de los Justos.
En el transcurso de la semana estaremos meditando en el precioso pasaje de Salmos 11, un Salmo que en cualquier situación que nos encontremos, nos recuerda la seguridad que tenemos en Dios. Los Salmos tiene un significado y un mensaje para el pueblo de Dios de todas las épocas, y esta aplicación práctica es para usted y para mí.
Hoy iniciaremos con la primera parte de este capítulo 11: Dios nuestro refugio.
Salmos 11:1 "En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, que escape al monte cual ave?
David, el autor de este Salmo, había pasado por muchas circunstancias, que al igual que nosotros como creyentes de cualquier rango social o cultural pudiéramos enfrentar. El Salmo 11 no dice la situación que estaba pasando David al escribir este pasaje, muchos comentarios concuerdan que pudo ser el tiempo en que Saúl quería matarlo o cuando huía de su hijo Absalón, este Salmos es como respuesta a los amigos que llegaron a decir a David que huyera a los montes porque se avecinaba una gran desgracia para él. Pero David en vez de huir, decide poner sus ojos en el Señor, confiar en que Dios es más grande que cualquier problema, que un gran y poderoso ejército de soldados, más grande que cualquier enfermedad, aflicción, desanimo, o cualquier otra cosa que nos pudiera hacer no poner nuestra confianza en Dios.
Así como estos hombres aconsejaron a David, algunos
suelen dar este mismo consejo a otros hoy en día, de salir a algún lugar para
cambiar de ambiente, viajar, para alejarse de la gente, de las circunstancias
familiares y de los problemas. El huir no resuelve el fondo de la situación. No
importa donde uno vaya, uno nunca podrá huir de sí mismo. Por eso, el consejo
que le dieron a David no resolvería sus problemas.
En realidad, creemos que es bueno y relajante alejarse de la vida ajetreada y ruidosa de la ciudad y el tráfico y pasar un tiempo en un lugar tranquilo. Pero si usted está tratando de huir de sus problemas o de una situación que hay que enfrentar, este no sería un buen consejo. Uno podría alejarse por un tiempo para poder ver de lejos una determinada situación, pero no huir de ella impulsado por el temor. Por ello, David en el Salmo 11 responde a ese temeroso consejo de estos hombres, quieres confiando es sus fuerzas olvidaron quién era Dios, y David les dice:
Salmos 11:1 "En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma, que escape al monte cual ave?
David dice ¿escapar a un monte? ¿Huir del problema? Si Jehová es mi refugio, quién me sustenta, quien trae paz a mi vida, quien es mi salvación, estos hombres miraban tan indefenso a David que él dice, ¿Qué escape al monte cual ave? Quizás si era indefenso como un ave en sus fuerzas, pero con el Señor a su lado no era una indefensa ave que tuviera que correr por su vida, con el Señor obrando en él, pudo derrotar a un gigante con solo 3 piedras y una honda, con el Señor a su lado pudo derribar miles de hombres y a muchos ejércitos, no porque David fuera poderoso, sino porque Dios es TODO poderoso. El sabía perfectamente que en Dios tenia la salvación y seguridad:
Salmos 27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
Cuando era pequeña y viajábamos en familia a otra ciudad, en ocasiones viajábamos muchas horas seguidas, ocho, diez hasta dieciséis horas para llegar a nuestro destino de vacaciones o compras, muchas veces el camino era peligroso, las carreteras muy angostas, animales cruzaban en medio de la noche, pero a pesar de todas las dificultades o peligros que había en el camino yo me sentía segura porque mi papá llevaba el volante, no sentía esa tranquilidad al ir de viaje con otra persona al volante, solamente confiaba en mi padre. Y al pensar eso, me ayuda entender por qué Jesús nos dice en: que debemos ser como niños para entrar en el reino de Dios, las características de un niño que su fe puede ser tan real y genuina y pueden confiar totalmente. En este caso mi confianza plena estaba en mi padre. Ahora bien, si yo de niña confiaba plenamente en un hombre, con errores, equivocaciones, cuánto más como hijos de Dios estaremos confiando en un Padre, Omnipotente, Soberano, que jamás falla y que jamás nos soltará de su mano.