Salmo 84:8-12“El Anhelo por su presencia”
V.8-9 "Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob. Selah Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu ungido."
El salmista está clamando, el había dicho mi oración y mi carne clama, el salmista expresa su clamor a Dios porque sabe que necesitaba las fuerzas de Dios y la ayuda de la cual habló en el verso anterior, el sabía que necesitaba de Dios para caminar en la senda que Él lo puso. En el versículo 9 Dios es presentado como nuestro refugio. Pon los ojos en el rostro de tu ungido, el Mesías. Y la referencia al ungido se refiere al Mesías, al Cristo, que reveló el rostro de Dios sobre la tierra.
V.10 "Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad."
El Salmista comenzó con amor y anhelo por la Casa de Dios, y ahora él vuelve hacia esa idea. Él pensaba que el tiempo pasado en la casa de Dios era mejor y más valioso que el tiempo pasado en cualquier otra parte.
Es como si el salmista dijese; ni siquiera un poco de la presencia de Dios son comparables con todos los deleites que el mundo ofrece. Los atrios que eran el patio, el salmista expresa prefiero estar en el atrio, que hacer o ir a algún lugar que no agrade a Dios, a estar con los impíos. El tener una vida de lujo en las moradas de maldad no tenía ningún significado para él, él preferiría servir humildemente en la casa de Dios.
Pablo dijo 'todas las cosas las tengo por pérdida' (Filipenses. 3:8) ¿A qué cosas se refiere Pablo? Estudios, prestigio, nacionalidad que a la vista del mundo son muy importantes, Pablo era alguien preparado a los pies de un gran maestro Gamaliel, de nacionalidad judía, lo cual tenía mucho reconocimiento en aquel tiempo, pero todas esas cosas las tenía por basura, para él lo más importante era Cristo y dijo también; "para mí morir es ganancia", Pablo anhelaba ardientemente también la presencia de Dios, prefería también un día en su presencia que todos esos beneficios, comodidades y privilegios en las moradas de maldad.
Aquella persona, aquel cristiano que entiende este pasaje, lo vive, aquella persona que verdaderamente cree en el Señor aborrece las moradas de maldad. No quiere decir que jamás pecaremos, pero que gracias a su anhelo, su deseo de la presencia y de santificación cada Dios, lo hará tener una comunión con Dios y fortalecerse en Él para no pecar más.
V.11 Y 12 "Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.Jehová de los ejércitos, dichoso el hombre que en ti confía."
El decir que Dios es sol, hace referencia que al conocerle a Él, al verle a Él, el sol (El Señor) hace visible nuestra insignificancia, nuestra condición pecaminosa por la cual solo merecíamos la muerte eterna, pero al ver a Dios como nuestro escudo es ver su don gratuito, puedo tener la vida eterna. ¿No es esto, querida hermana la gracia de Dios en nuestras vidas? Verle a Dios como sol nos hace reconocer que no merecemos nada y al verlo como nuestro escudo puedo reconocer y tomar la herencia que nos da de la vida eterna, la herencia permanente en el cielo. No quitará el bien de quienes andan en integridad, de quienes busquen su presencia.
¿No cree que todas estas bendiciones sean suficientes para que seamos dichosas? Cuando meditamos en los hermoso de tener su presencia en nuestros corazones, y buscarle cada día, cuando meditamos en las tantas bendiciones que tenemos en Él, no estaremos solas en las aflicciones, cansancio, dificultades de nuestra vida, ÉL ES NUESTRA FUERZA, la bendición más hermosa que es la vida eterna en Cristo, aún cuando merecíamos la muerte, Dios nos dio vida a través de Cristo, la bendición de estar por siempre algún día en las moradas eternas. Nuestro corazón debería rebosar de dicha, felicidad y agradecimiento al Dios Santo, Maravilloso, al Dios de toda gracia que tenemos como Rey y Padre.
Oremos al Señor:
Padre, gracias por tus infinitas bendiciones, no merecemos nada, pero tú nos bendices con todo bendición espiritual. Te pedimos que podamos tener ese anhelo ferviente cada día de tu presencia, que busquemos santificarnos a través de tu palabra, al reunirnos con tu iglesia para poder gozar de tu presencia y la comunión con los hermanos. Gracias por este hermoso salmo que nos da esperanza de que un día, aquellos que estamos esperando en ti podremos verte cara a cara, y gozar de una comunión eterna contigo.