Salmo 73:26-28 "Los Salmos para mi vida"
Salmo 73 Una fe fortalecida por la prueba
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza[a] de mi corazón y mi porción para siempre. Porque he aquí, los que están lejos de ti perecerán; tú has destruido[b] a todos los que te son infieles. Mas para mí, estar cerca de Dios es mi bien; en Dios el Señor he puesto mi refugio, para contar todas tus obras.
Asaf encontró su respuesta más allá del sol.
Si has estado con nosotros a través de esta meditación del salmo 73 sabrás la clase de tribulación por la que paso Asaf, una crisis de fe. Quiero comenzar con este pensamiento: Nada reditúa mas ganancia a los propósitos de satanás como el que los hijos de Dios duden de su carácter, podemos ver que el dudar del carácter de Dios, fue el pecado que llevo a la humanidad a la caída. Pero por otro lado nada fortalece mas nuestra fe y carácter, y a la vez glorifica al Señor, que cuando, en medio de la prueba volvemos nuestro rostro hacia Él, y a través de los medios de gracia, su palabra, oración y comunión con Él salimos victoriosos.
Nunca veremos mejor a nuestro Señor, que, en nuestro momento mas oscuro, su fidelidad brilla mas que el sol de mediodía.
V.26 Mi carne y mi corazón desfallecen, la tentación a pasado, aun persiste el dolor y la turbación, aunque él es débil, pero se fortalece en su Dios.
Mas la Roca de mi corazón es Dios para siempre, el fundamento de mi vida, el solido sostén de mi esperanza, mi escondedero contra el turbión, es mi Dios para siempre.
En este punto Asaf recuerda quizá, que el es un levita, un siervo de Dios para siempre, había sido escogido desde los lomos de Aaron. Como levita no se suponía que tuviera una posesión entre las tribus de Israel, su heredad su parte en la nación, era lo mas importante, lo supremo, lo inigualable, era Dios para siempre.
Números 18:20 Entonces el Señor dijo a Aarón: No tendrás heredad en su tierra, ni tendrás posesión entre ellos; yo soy tu porción y tu herencia entre los hijos de Israel.
Hermana amada si nosotros entendiéramos esta hermosa verdad, no somos de la tribu de levi, pero somos un pueblo de sacerdotes, una nación santa, comprada por su sangre, para que anunciemos su nombre, y ¿sabes qué? El es nuestro amado y bendito Salvador para siempre.
V.27 Porque eh aquí los que se alejan de ti perecerán. Ahora entiende, no se alegra, pero entiende, que hay caminos que al hombre le parecen rectos pero su fin es camino de muerte.
Dios los destruirá un día, todo aquel que no es de Él, que no ah sido comprado, redimido y perdonado será echado fuera.
V.28 Asaf no fue con consejeros, en busca de un hombro para llorar, el fue al lugar mas intimo con su Dios, su vista espiritual fue limpiada, se volvió clara, nítida. Acercarme a Dios es el bien, no hay nada mejor fuera de ti, las dudas anteriores V.13 desaparecieron, dando paso a una fe robusta, convicciones firmes y gozo duradero.
Mi esperanza esta en Dios para contar todas sus obras, Asaf se consagra nuevamente al Señor en su ministerio, como David en el salmo 40:1-3 ahora tiene un cantico nuevo en sus labios alabanzas al Señor, para dar testimonio de las obras de Dios, que lo saco de su aflicción, de la tentación a donde su engañoso corazón lo había llevado, lo saco de la maleza de la amargura, sano su corazón, a la luz de sus promesas, Asaf el sentido de su vida, ahora su esperanza se extiende a la eternidad de Su presencia.
De la misma manera nosotros no encontramos nuestro gozo aquí y ahora, fuimos hechas y escogidas para lo eterno.
Las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria de Dios que en nosotros han de manifestarse, cuando despertemos a su semejanza. Mientras tanto vivamos con nuestra vista puesta más allá del sol.