¿Qué necesito para estar satisfecha en mi matrimonio?
Esta es una buena pregunta, excelente pregunta, que no tiene una respuesta corta, y cuya respuesta no es fácil de aceptar. Sin embargo, no podemos negar que todas anhelamos encontrar respuesta a ella. ¿Y que la hace tan buena pregunta? Porque todos los matrimonios experimentamos cierto grado de insatisfacción, pensamientos y suposiciones mundanas llegan a nuestra mente, por ejemplo: Si tan solo mi esposo fuera como... si pudiéramos tener.... Y llegamos muy seriamente a pensar que es la necesidad de algo, o la necesidad de un cambio en mi esposo la causa de mi falta de satisfacción. Mi oración es, que a través de esta breve meditación comiences a considerar que estas ideas y suposiciones son carnales, puedas entender la fuente verdadera del contentamiento, y reemplaces todas tus ideas que no sean Bíblicas por la verdad de Dios.
En 1ª Timoteo 6:6 dice:
"Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento"
Aunque este texto no esta hablando del matrimonio, sino de un problema ético en la Iglesia de Efeso, falsos maestros y un mal entendimiento de lo que la subordinación entre amos-esclavos significaba, por el Espíritu Pablo da este principio Bíblico del contentamiento, así que tomaremos este principio eterno, y aplicable a toda era, para nuestro tema.
El Principio Bíblico del texto dentro del contexto es: La obediencia (a cualquier mandamiento del Señor) siempre traerá bendición.
1ª Timoteo 6:6 Encontramos 3 palabras importantes en el
- Piedad: (Eusebea) Vida devota, entregada, llena de
virtudes espirituales.
- Acompañada: Que está asociada.
- Contentamiento: Suficiencia o competencia, en cualquier
circunstancia.
Podemos decir entonces sin forzar el sentido del texto que contentamiento es: la capacidad para vivir para la gloria de Dios en cualquier circunstancia. Pablo uso esta palabra, en 2ª Corintios 3:5 y en Filipenses 4:13.
Entonces el contentamiento en el matrimonio ni en ninguna otra área de nuestra vida lo encontraremos fuera de nosotros, sino dentro de nosotros, en un corazón que ha sido cultivado con la competencia o capacidad que viene de Dios, CRISTO QUE ME FORTALECE, decía Pablo estando en prisión.
Pero, ¿Por dónde comienza el contentamiento? Por una vida llena de virtudes espirituales, por una vida piadosa, dicho de otra manera, una vida que esta dando el fruto del Espíritu Santo. La piedad se acompaña del contentamiento y viceversa, es esto lo que nos va a capacitar a estar satisfechas y ser competentes para vivir en nuestro matrimonio, no solo satisfechas, sino agradecidas, mientras navegamos en las aguas del desaliento, frustración y tantas otras cosas que pueden atacar a un matrimonio.
Aun así meditando en lo antes dicho, no es fácil, porque la cultura te va empujar a creer lo que ella define como cierto, tu propio corazón querrá engañarte con los argumentos mentirosos, del temor, la falta de fe a las promesas de Dios, a sus propósitos y a su obra en nuestros corazones. Y esto es pecado.
Aconseja tu corazón con la palabra de Dios
- Recuerda su propósito para el matrimonio Genesis 2:18-23
- Recuerda que no se trata ni de ti ni de tu esposo, se trata de Cristo Efesios 5:30-32
- Recuerda que la competencia no proviene de ti Filipenses 4:13
- Confía que Él esta en control de todo y tiene propósitos eternos Romanos 8:28-29
Recuérdale a tu corazón que el pecado es indeciblemente feo.
Así que el pecado tuyo y de tu esposo, es vil y perverso, pero a la vez provee el fondo de un drama mayor. Somos obras en proceso, tristemente propensos a pecar, sin embargo, podemos ser obras gozosas, gracias a Dios hemos sido redimidos por gracia, a través de la muerte de Cristo. Nuestro Salvador ha venido a rescatarnos de la pena del pecado y a otorgarnos una vida abundante por medio de su Espíritu.
Cuando dos personas casadas abrazan esta perspectiva de la realidad, y viven de acuerdo con ella, sus vidas y su matrimonio comienzan a verse mas y mas como la imagen que Dios quiere mostrarle a un mundo perdido. Hasta que el pecado no sepa amargo, el matrimonio no podrá ser dulce. (Dave Harvey)
¿Para esto quien es suficiente? Gloria a Dios que nuestra competencia viene de Él, en Él está el contentamiento.