Lea, la hermana menospreciada.

16.05.2019

Lea y Raquel: Ellas eran hermanas, con muchas cosas en común y muchas diferencias. La Biblia dice que Raquel era hermosa, Lea no. Jacob se enamoro de Raquel, y nunca amo a Lea, convivio sexualmente con ella porque le daba hijos.

Jacob pidió la mano de Raquel y gustoso trabajo por ella 7 años, (La Biblia dice que le parecieron pocos, porque la amaba) su padre la dio en matrimonio hubo una gran boda, pero clandestinamente y tramposamente metió a su hija mayor Lea al lecho de Jacob, ella entrego su virginidad a un hombre que no sabia con quien estaba y que quizá susurraba al oído el nombre de su amada Raquel. Jacob trabajo por Lea 7 años también, por obligación. Ambas fueron usadas por su padre para enriquecerse Genesis 29:14-30.

¿Puedes imaginarte la vida de Lea? La fea, la menospreciada, la utilizada. Algo muy triste es que ella creía todo esto de sí misma, si mi marido no me ama no seré feliz jamás, al mirar su rostro al espejo, quizá pensaba, si tan solo fuera como Raquel seria feliz.

¡Amo esta historia, es una historia maravillosa de gracia y redención!

Por fin hubo algo en que Lea fue mejor que Raquel, su vientre era fructífero, Dios le había dado la bendición de ser madre y a su hermana no. En esa cultura era sumamente importante para las mujeres ser madres y dar prole a su esposo, también para el esposo era sumamente importante tener hijos, ello representaba un heredero, y perpetuar su nombre.

Genesis 29:31-35 "Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón. Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví. Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz."

Pero aun en esto Lea no encontró la dicha y el gozo, por lo menos al principio, fue un proceso:

V.31 Vio Jehová

V.32 Lea dice vio Jehová mi aflicción, concibió y le puso a su hijo Rubén, que significa ¡Mira un hijo! Y pensó Lea: Ahora me amara mi marido.

V.33 Concibió otra vez y dijo Lea por cuanto oyó Jehová que yo era menos preciada, y le puso Simeón que significa "El Señor oye"

V.34 Concibió otra vez y dijo Lea: Ahora si se unirá a mí, mi marido, y le puso al hijo Levi: "El que un a los suyos".

V.35 Concibió otra vez y dijo Lea, esta vez alabare al Señor, y llamo al niño Juda que significa "alabado sea Dios"

¿Puedes ver la escala en la vida de Lea? Ella era consciente que El Dios todopoderoso miraba y oía su aflicción, miraba su amor y bendición, pero ello no aliviaba su dolor y amargura, porque las cosas no eran como ella esperaba o como ella quería que fueran, ella quería ser la esposa preferida, quería el amor de Jacob sobre todas las cosas.

Lea sabia que Dios oía cada palabra áspera o de desprecio hablada contra ella, que Dios había oído cada oración y visto cada lagrima, sabia como dice el salmista ¿No están todas mis lagrimas en tu redoma? Pero ella no podía estar agradecida, simplemente porque los deseos de su corazón no eran cumplidos.

Con toda seguridad Dios estaba obrando para un propósito en el corazón de Lea.

Cuando llego su cuarto hijo, llego al mismo vientre, pero su corazón era diferente, era un corazón que dejo atrás el deseo ardiente de ser la esposa favorita, ahora estaba centrado en Dios, su expresión y el nombre de su hijo nos da una gran lección del estado de su corazón, la quietud y el gozo que había encontrado. JUDA "alabado sea Dios", ella dijo esta vez alabare al Señor.

  • Si no soy bella ¡Alabado sea!
  • Si mi esposo no me ama ¡alabado sea!
  • Si no soy la mejor madre ¡Alabado sea!
  • Si no me dan las porciones escogidas de alimentos (era la costumbre dar a la esposa favorita las mejores y mayores porciones) ¡Alabado sea!

Habacuc 3:17-18 "Aunque la higuera no eche brotes, ni haya fruto en las viñas; aunque falte el producto del olivo, y los campos no produzcan alimento; aunque falten las ovejas del aprisco, y no haya vacas en los establos,con todo yo me alegraré en el Señor"

Lea tenia un nuevo cantico de alabanza.

¿Puedes ver la transformación de su corazón?

El propósito de Dios superaba con mucho a los pobres pensamientos y deseos de Lea. Ella no lo vio, pero ahora tu y yo tenemos la historia completa, la historia de bendición y propósito para la vida de esta mujer, sus hijos figuraron entre los varones prominentes en Israel.

Levi: Su descendencia fue la familia sacerdotal, Moisés de la familia de Levi, el libertador del pueblo de Israel de Egipto y grandes hombres como Jeremías, Samuel y Esdras

Juda: su cuarto hijo recibió la bendición de la primogenitura y la promesa del trono de David Genesis 49:7-10, y que de su descendencia vendría algún día el enviado del Señor, El verdadero Rey, El verdadero Sacerdote, El verdadero Juez, El verdadero Salvador. Bezaleel y Aholiab los artesanos de manos prodigiosas que Dios lleno de sabiduría para confeccionar y diseñar el tabernáculo donde Dios pondría su habitación.

Todo esto no se trataba de Lea, nunca fue acerca de ella, se trataba de Dios, usando a una débil y menospreciada mujer, para hilar su maravilloso plan.

Lea no vio todo esto que nosotros podemos contemplar a detalle de este lado de la cruz, pero en su momento Dios la consoló, la fortaleció y la bendijo, le revelo el egoísmo de su corazón y se lo transformo en uno agradecido, Dios fue su auxilio y refugio,  Él la tomo de la mano y la llevo a encontrar el pleno gozo en Él. Lea la menospreciada por los hombres, pero no por Dios.

¿Y tú? ¿Cómo estás? ¿Dónde estas buscando tu gozo, tu identidad, tu plenitud?

Quizás eres como Lea que sabes que Dios escucha, ve y es poderoso para transformar tu corazón ser tu refugio, pero te es difícil confiar en Él. Mira esto: Jacob nunca amo a Lea, Dios siempre la amo. Lea nunca fue plena con Jacob, pero encontró todo gozo en su Dios.

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