¿Hijos del vientre o del corazón?

En el Antiguo Testamento encontramos el rol de ser madres, criar hijos fue un mandato de Dios, antes de la caída

  Genesis 1:28 "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread..."

También se le considero una bendición y una señal del beneplácito de Dios sobre su pueblo

  Deuteronomio 7:13 "Y te amará, te bendecirá y te multiplicará, y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra..."

De la misma manera el hecho de no tener hijos se consideró una afrenta, y era causa del sufrimiento de una mujer, 

1ª Samuel 1: 5-6 "Pero a Ana daba una parte escogida; porque amaba a Ana, aunque Jehová no le había concedido tener hijos. Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos."

Tristemente vemos en nuestra moderna cultura occidental, que la maternidad a dejado de ser tan relevante para muchas mujeres. Para muchas ser madre es solo una cosa mas en la lista de las metas por lograr, quizás después de estudiar, una licenciatura o maestría, después de adquirir algunos bienes, o haber viajado, cada vez mas es postergada, porque se considera que los hijos serán un impedimento para lograr sus metas. Para otras llega la maternidad a una edad adecuada, pero no en las circunstancias adecuadas, madres solteras que tienen que salir a trabajar, sacrificando el maravilloso regalo de criar a sus hijos a otras personas. Madres adolescentes que no saben como afrontar esta gran responsabilidad, dejan a sus hijos con sus abuelas, y ellas siguen con su vida.

Sin importar en cuales circunstancias tus hijos llegaron a tu vida, con toda seguridad, Dios te pedirá cuentas por los niños que están en tus manos y es que ellos son de Él y sólo te los ha prestado para que los cuides y los protejas. La tarea que se te ha asignado no es fácil, sobre todo en estos días de mal superlativo. Sin embargo, si tu busca con confianza y formalidad la gracia de Dios, comprobarás que es suficiente para llevar a cabo esta responsabilidad y cualquier otra. Tú puedes hoy volverte a Él, y pedir su dirección sobre todo suplicarle no solo por un vientre fructífero, pero pedirle un corazón fructífero, que sea en tu corazón donde tus hijos sean engendrados primero, que tu puedas amarlos como El los ama, que el anhelo de tu corazón sea lo que El anhela para ellos.

¿Que nos dice el Nuevo testamento de? El Señor Jesús demostró que los niños son importantes para Él

Marcos 10:16 Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.

Mírelo por un momento. ¿Qué puede haber tan débil, tan indefenso, tan dependiente como un recién nacido? Pero mire también hacia el futuro y vea el tiempo de vida que le espera a este débil infante, aun hasta la eternidad. Piense en el enorme potencial en este cuerpo indefenso y en las posibilidades que tiene su futuro. ¿Quién puede decir qué habilidades encierran esos deditos, qué elocuencia o canto latente hay en esos pequeños labios, qué facultades intelectuales hay en ese cerebro, qué capacidad de amor o compasión tiene ese corazón? El padre y la madre deben tomar a este infante y criarlo hasta la madurez para desarrollar estas capacidades latentes y enseñarle a usarlas. Es decir, Dios quiere un adulto capacitado para cumplir una gran misión en el mundo y la vida pone en las manos de progenitores jóvenes a un infante pequeño, y les manda guiarlo y enseñarle a serle útil hasta estar preparado para su misión o, al menos, estar exclusivamente a cargo de sus primeros años cuando se graban las primeras impresiones que moldearán y darán forma a toda su carrera. Cuando miramos a un pequeñito y recordamos todo esto, ¡cuánta dignidad tiene la tarea de cuidarlo! ¿Da Dios a los ángeles alguna obra más grandiosa que ésta? Las mujeres suspiran por querer fama. Les gustaría ser escultoras para labrar la roca fría hasta darle una hermosura que el mundo admire por su habilidad, o les gustaría ser poetas, para escribir cantos que encantaran a la nación y se entonaran alrededor del mundo. Pero, ¿es alguna obra de mármol tan grande como la de aquella que tiene una vida inmortal en sus manos para darle forma a su destino? ¿Es la escritura de algún poema en una línea musical una obra tan noble como la instrucción que convierte las capacidades de un alma humana en pura armonía? No obstante, hay mujeres que consideran los cuidados y preocupaciones de la maternidad como tareas demasiado insignificantes y comunes para sus manos. Cuando llega un hijo, emplean a una niñera, quien, por una compensación semanal, acuerda hacerse cargo. No, No cedas tu derecho y privilegio... No, no abdiques ante la gran responsabilidad, mejor es asirte de Cristo y suplicarle ¡Señor hazme fructífera pero primero en mi corazón!