Gloriarnos en las tribulaciones
El Señor permite que pasemos por pruebas para irnos perfeccionando en mujeres para su gloria y honra. Filipenses 1:6
Romanos 5:1-5
v.1 En estos pasajes de la escritura, el Apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo, nos muestra el resultado de ser justificados por la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, capítulos antes Pablo explicaba que no hay justo ni aun uno, pero gracias a la obra redentora de Jesús TENEMOS PAZ PARA CON DIOS, esto quiere decir plena comunión con el Padre, una entrada libre por la fe.
v. 2 y 3 Pablo nos anima a gloriarnos de dos cosas: En la esperanza de la gloria de Dios y en las tribulaciones.
Podría sonarnos fácil de comprender la primer parte, gloriarnos por la esperanza que tenemos en Dios, esto es que nos gozamos aquel día en que le contemplemos y que seremos manifestados en gloria. Pero, ¿gloriarnos en la tribulación? Sí, Dios nos da bendición en las tribulaciones si depositamos nuestra confianza en ÉL.
La tribulación produce los siguientes beneficios, paciencia, prueba y por último produce ESPERANZA, una esperanza de que hemos sido probadas por ÉL y que Él perfeccionará su obra en nosotras.
Hace un tiempo pasé por una tribulación, no comprendía porqué el Señor estaba permitiendo esto en mi vida, pero Él tiene un propósito para todo. Hermana el Señor ha trabajado en mi corazón y lo sigue haciendo y en el versículo 5 me da esa seguridad para no estar ansiosa ante las tribulaciones, si no reposar en ÉL, porque la tribulación al fin produce ESPERANZA, Esta esperanza es que ÉL me ama, ÉL me conoce y Él estará a mi lado porque ha derramado su Espíritu Santo en mí. Además de la esperanza gloriosa que un día estaré por siempre con ÉL. Las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera (Romanos 8:18).
Viéndolo de esta forma ya no es ilógico gloriarnos en las tribulaciones, porque hay un hermoso tesoro aguardando al confiar en el Señor, UNA ESPERANZA: ÉL NOS AMA, ÉL NOS CONOCE Y ESTARÁ CON NOSOTRAS.