En el reino de Dios no hay retiro

Las dulces manos que reflejan el tiempo que ha pasado por ellas, trabajan lenta y cuidadosamente, pero con la habilidad y destreza que la experiencia les ha dado. Elaborando con el hilo una hermosa manta de bebé o una suave y calientita bata o un lindo chal para dama. Otras veces, las manos unen la tela en patrones bonitos para colchas. Todas estas preciosas confecciones se hacen con sumo cuidado y amor para ser obsequiadas, ya sea a los necesitados a través de las organizaciones de alguna misión, o a un miembro de la familia: una nueva esposa o un nuevo bisnieto. Y todos están hechos con el amor del Dios, que ella ama.

Esta es mi madre. No recuerdo un momento en que ella no estuviera sirviendo a su Señor de alguna manera. Cuando era joven, daba clases a los niños en la iglesia. Durante muchos años, ella trajo a los niños de mi escuela a Cristo, a través de un club bíblico después de la escuela. Una vez al mes ella y nosotros sus hijos tomábamos nuestro turno para limpiar nuestra pequeña iglesia comunitaria. Y siempre había comida preparada para una familia necesitada o para visitar misioneros. Ahora, a los 94 años de edad, ya no puede moverse con la misma facilidad, pero todavía llena sus días ministrando de la manera que puede, sobre todo, siempre esta orando por otros

Dado que su esposo, mi padre, murió cuando ella tenía solo 46 años, podría haber tenido la actitud de: Estoy demasiado ocupada cuidando sola de mis hijos, la casa etc... Ella podría haber dicho: "Estoy demasiado ocupada ahora, serviré más tarde". O "No estoy capacitada y no sé hacer nada". O "Ya he cumplido un largo tiempo. Dios puede usar a alguien más ahora ". En cambio, ella simplemente hizo lo que sabía y podia hacer. Respondiendo a las necesidades de quienes la rodean cuando se daba cuenta de ellas. Todo el tiempo entrenando a sus hijas a obedecer la Palabra de Dios con su ejemplo.

Su vida ha sido un modelo de la mujer de Proverbios 31: 10-31 que ofrece una larga lista de formas en que podemos servir a nuestros esposos y familias. Pero creo que el verso 27, considera los caminos de su casa y no come el pan de balde, la describe como la mujer industriosa, y creativa que recuerdo desde mi infancia, está es mi madre. Ella también es una imagen de la viuda descrita en 1 Timoteo 5:10 " que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra. ".

Si eres una hija de Dios, y has sido salvada por gracia a través de la fe, la Biblia dice que: mostramos nuestra fe con nuestras obras (Santiago 2: 14-26). El mundo está mirando atentamente nuestra vida, para ver qué significa realmente la vida cristiana, y cómo nuestra fe en Cristo nos cambia. Es a través de nuestras obras que demostramos nuestro amor a Dios y nuestra obediencia.

Al pensar en el compromiso inquebrantable de mi madre de poner su fe a trabajar, me doy cuenta que la muerte, es nuestro el único medio de retiro, de nuestro servicio al Señor, aquí en la tierra. Nunca hay un momento en la vida en que no estemos llamados a demostrar nuestra fe. Entonces, Amada, "No nos cansemos de hacer el bien; porque a su debido tiempo cosecharemos, si no nos damos por vencidos. Entonces, cuando tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y especialmente a aquellos que son de la familia de la fe ". Gálatas 6: 9-10. ¡Yo se que las manos de mamá aun seguirán trabajando para su Señor, quien ha sido el motor de su existencia, seguirá siendo de bendición a muchos, y testificando con su vida, ocupada esperando hasta que El venga y la lleve a su presencia!