El poder del perdón
En algún momento de nuestra vida nos hemos encontrado con situaciones en las cuales debimos haber pedido perdón o fuimos perdonadas. Muchas de nosotras queremos que reciban nuestro perdón, pero se encuentra difícil otorgarlo.
Gary Leon Ridgway de 54 años, confeso haber asesinado a 48 mujeres, convirtiéndose en el mayor asesino en serie de la historia de Estados Unidos. Conocido como "el asesino de Green River" asumió su culpabilidad en el Tribunal de Justicia de Seattle, el 5 de noviembre de 2003. Ese día todas las dudas sobre la culpabilidad de Ridgway fueron eliminadas, hizo el trato de cooperar en las investigaciones sobre sus víctimas. Haciendo eso, evitaría el juicio posible de pena de muerte. El juicio comenzó de la siguiente manera: ꟷ¿Cómo se declara usted frente a la acusación de homicidio calificado en primer grado?,¿Cómo se describe en el proceso 1, por la muerte de Wendy Lee Coffield?, ¿Cómo se describe en el proceso 2? Culpable, culpable, culpable... Es como si no tuviera ni una pizca de remordimiento por lo que hizo. El mato a tanta gente que ni siquiera recuerda quienes eran ni que aspecto tenían, tampoco pueden entenderlo los parientes enfurecidos de sus víctimas, quienes fueron invitados a hablar en la corte el día en que Ridgway fue sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional, el 18 de diciembre de 2003. ꟷUsted dijo que los recuerdos de las mujeres que mato, se le borraron. A nosotros no. Usted dijo que ellas no significaban nada para usted. Pero significaban todo para nosotros. (Michel Andrew) ꟷElla era una madre, ella era una esposa, ella era una hermana, y nosotros la extrañamos (Sarah King) Gary Ridway permaneció sentado con un semblante sin expresión, mientras los familiares de sus víctimas lo maldecían y lo ridiculizaban. Pero su rígido semblante comenzó a deshacerse, cuando apareció el padre de una de sus víctimas, para sorprenderlo con una dosis de bondad humana.
ꟷSr. Ridgway aquí hay personas que lo odian yo no soy una de ellas. Usted me dificultó la práctica de aquello que yo creo, que es lo que Dios quiere que yo haga, que es perdonar. Usted esta perdonado, Sr Ridgway.
Mateo 18:21-22
21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Si nos ponemos hacer cuentas serian entonces ¡490 veces!, Creo que paso por la mente de Pedro: Si cometen algo contra mí no solo lo perdonare una vez, dos, tres veces si no 487 veces más. Pedro quería saber en medida cuanta tenía que perdonar a su prójimo y así decir esta deuda fue pagada. Pero realmente Jesús quería contextualizar y que entendiera el amor y perdón de Dios, un perdón ILIMITADO.
Si seguimos leyendo esta parábola viene inmediatamente después de la conversación con Pedro en Mateo 18:23-25, hablando acerca de dos deudores.
23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.
26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
29 Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.
32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste.
33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
No me puedo imaginar la falta de corazón del siervo que el estando en la misma situación y fue perdonado no tuvo compasión de su consiervo. Cuando el cristiano no perdona a su prójimo las ofensas recibidas, es como el deudor de la parábola, quien, habiendo sido perdonado, no hace lo mismo para perdonar a otro.
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo" Efesios 4:32. Nuestra prueba de amor y perdón más grande fue la que el Señor Jesucristo hizo por nosotros así que sí que si no has experimentado el verdadero perdón no querrás perdonar a nadie genuinamente. Cristo llevó en la Cruz nuestros pecados y abre la puerta a poder sentir el amor de Dios en nuestras vidas. Si aceptamos a Cristo como salvador, somos perdonados y reconciliados con Dios y recibimos su amor y bendición. Sería una ofensa para Dios que seamos incapaces de perdonar considerando todo lo que Él hizo para perdonarnos a nosotros. Jesús termino la parábola diciendo que los que no son capases de perdonar de todo corazón, no recibirán el perdón de Dios. "La realidad es que los pecadores perdonados perdonan" - Dave Harvey.
Que sucedería con aquellas personas las cuales no perdonaron a Ridgway, como realmente estará su corazón al paso de los años, quizás ese odio interminable, tristeza y dolor. Hermana sabemos que el perdón es costoso y mucho más cuando alguien nos lastima. Quizás muchas veces nos ha sucedido y decimos que ya perdonamos, pero nos hemos engañado, seguimos sintiendo esas emociones negativas hacia esa persona, un deseo de pensar que pague por lo que hizo. Pero el enemigo está esperando a que ese corazón se llene de odio, amargura y resentimiento, esta es una artimaña de él, nos hace creer que aun somos culpables de aquello en el que Dios nos ha perdonado.
Pero el Señor sabe que es un camino largo y costoso desde el momento que decidimos perdonar hasta culminar. Él quiere ser nuestro libertador y que vivamos en comunión con Él. Pero ten esa seguridad de que en todo este proceso Dios estará junto a nosotras. La Biblia nos muestra grandes personajes que tuvieron que vivir el desprecio, engaño, muerte, sin embargo, el Amor de Dios estaba sobre ellos. Oremos para que Dios transforme nuestro corazón día a día, que nos dé un corazón arrepentido, lleno de gozo, renovando los deseos de nuestra alma encontrando la misericordia de Dios para mostrar misericordia a nuestro prójimo.
"El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia." Proverbios 28:13