Efesios 6:16-17 “El escudo de la fe, el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu”

Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

En las tres partes de la armadura que estudiamos anteriormente el verbo de acción era "vestíos", póntelos no andes sin ellos, preparado siempre con ellos puestos, ceñida a la verdad Bíblica, siendo una cristiana genuina en tu diario vivir, practicar la justicia, vida santa, parada en la verdad gloriosa que a través del evangelio estas en paz con Dios. El verbo ahora es "tomad" tenlas listas cuando la acción inicie agárralas. En palabras sencillas es la idea en que esta descrito aquí.

• El Escudo de la fe

Su función era apagar los dardos de fuego del maligno, la palabra "Thureos", era un escudo de aproximadamente 80 cm de ancho por 1,20 de alto, hecho de madera y cubierto con metal, era pesado y resistente, los soldados que usaban estos escudos eran los que estaban en la línea de batalla, todos ellos se unían, se pegaban unos a otros, para formar una valla que fuera impenetrable, parados firmemente e inclinados ningún dardo de fuego podría penetrar

• Los dardos de fuego del maligno

Eran flechas encendidas, en la punta tenían brea, si no lograban penetrar podían iniciar un incendio, pero los escudos no solo las detenía, sino que las apagaba, no había defensa contra ella mas eficaz que el escudo thureos.

¿Y de que fe esta hablando Pablo? En Efesios 4:30 hablo de "una fe" refiriéndose al cuerpo doctrinal, que componen la fe del cristiano, pero en este pasaje se refiere a la fe salvífica, la fe que nos Dios nos dio, para poder depositar nuestra fe y confianza en Cristo para ser salvos. Ahora bien, esta fe crece y se fortalece a través de que vamos conociendo más y más a nuestro Salvador, aunque sin importar cuanta fe tengas ella es eficaz para detener los dardos del maligno, lo mismo si eres nueva creyente o tienes tiempo caminando con Él, lo que realmente importa es donde tienes puesta tu fe. Porque es Dios nuestro escudo, Salmo 3:3, y 18:2, refugiarnos en Él.

¿Cuáles son los dardos de fuego?

Toda tentación y pecado, inmoralidad, justificación de lo malo, desvirtuar a Dios apartarnos de Él, todo pecado que cometemos es el resultado de no haber actuado con fe, todo lo que no proviene de fe es pecado.

• El yelmo de la salvación

Y tomad, nuevamente esta parte de la armadura debe estar lista para ser usada. Protegía la cabeza, era de metal, los ataques de satanás están dirigidos a nuestra seguridad y certidumbre, quiere desanimarnos y ponernos dudas, usa nuestro pasado, para herirnos con él, nunca serás restaurada, ya no hay remedio, heridas, problemas del pasado, pero también la duda hacia el futuro, todo lo que nos haga dudar de nuestro buen padre celestial, las heridas en la cabeza son mortales, la fortaleza del cristiano es la seguridad de su salvación. Satanás no desistirá de atacarnos, así que debemos estar listos en todo momento, nuestra fe en el Señor debemos fortalecerla a través de la palabra, la oración. Cristo nos ha salvado de las consecuencias del pecado (muerte espiritual), el poder del pecado (el pecado no se enseñorea mas de nosotros) y en el futuro de la presencia del pecado.

• La espada del Espíritu que es la palabra de Dios.

Esta espada mencionada aquí era una espada corta que se traía en el cinto siempre a la mano (Mateo 26:47) es del Espíritu porque es Él, el origen de la espada, Él es el autor de ella, fuente de toda verdad y sabiduría, fuente de salvación, fuente de poder, fuente de bendición, ¿qué sería de nuestra vida sin ella?, es la única parte de la armadura que es defensiva, con ella podemos defendernos, al igual que el escudo puede interceptar el arsenal en nuestra contra, pero a diferencia de este, esta espada debe ser usada con habilidad Mateo 4:4, debemos conocerla bien, para usarla bien, es como una pequeña daga que se debe usar con gran precisión, la palabra usada aquí, para palabra, no es "logos" como revelación general, si no "rhema", que se refiere a palabras individuales, no es conocimiento general, sino especifico, saber cortar, trazar bien la palabra de verdad.

Se usa como ofensiva y defensiva, así lo hizo el Señor, se defendió con ella y ataco con ella, Hebreos 4:12, viva y eficaz y mas cortante que toda espada de 2 filos. Un cristiano preparado con la espada será un instrumento eficaz para dar testimonio del poder del Señor. Para ello debemos ser fieles estudiantes de la palabra, leerla completa, en orden, escucharla en buenos sermones, y estudiar a buenos maestros. Es nuestra única arma, pero es la única que necesita