Efesios 5:21-24“Sometiéndonos unos a otros”
En esta segunda sección de la carta, la sección práctica, estaremos enfocados en cómo deben ser las relaciones horizontales en la vida de un cristiano. Como dijimos en el estudio anterior en el centro de esta sección se encuentra el texto "No os embriaguéis con vino en lo cual hay disolución, antes bien, sed llenos del Espíritu Santo", consideramos este texto como la "bisagra" de la parte práctica de la carta, pero ¿Cómo funciona una bisagra? Sería la parte medular de una puerta de ella depende, la firmeza, solidez, estabilidad, y funcionalidad para lo que fue diseñada.
Del mismo modo el cristiano, si ha de obedecer a Dios, si ha de vivir una vida digna de su llamado como: hijos amados, como hijos de luz, como sabios y si ha de vivir sabiamente como esposos, esposas, hijos, siervos, amos etc. esto es posible solamente en el poder del Espíritu Santo. Y si alguna acción o conducta recta saliera de nosotros, por nuestro esfuerzo, ya no sería Él, no sería su poder, su gracia, su mérito, su Gloria.
La segunda parte de esta sección.
Efesios 5:21-24 Se va enfocar en nuestras relaciones con nuestros semejantes, y la primera es entre esposos. Nuestras relaciones horizontales deben ser vividas para su gloria, nuevamente, excusándome por utilizar la misma frase "Solo es posible vivirlos en el Poder de su Espíritu, para su gloria"
V.21 Someteos unos a otros en el temor del Señor. ¿Habrá algo más difícil con que un cristiano luche? Y ¿Por qué? Nuestro orgullo, duele, mi carne se revela.
¿Qué significa? En el original termino militar Jupotasso, significa, subordinar, obedecer, estar sujeto, según este texto es un mandato dado por Dios a toda la iglesia, sumisos unos a otros. ¿Cómo será esto dado que mi carne siempre se opondrá? La base es "En el temor del Señor" (En la reverencia, respeto, a Dios, a su palabra y mandamiento).
Este temor a Dios es un principio atemporal de la relación autoridad-sumisión.
La tragedia más grande de nuestra generación es el desmoronamiento de la familia, el valor que el matrimonio tiene, ha decaído dramáticamente, el ser humano se ah arengado el derecho de redefinir el concepto y base de la familia. En este pasaje vemos la primera relación que debe ser vivida bajo el principio del temor de Dios es, entre esposo y esposa, de esta relación, el resto permanecen o caen.
V.22 las casadas, mujeres casadas estén sujetas la misma palabra que en el verso 21 jupostasso sumisa, subordinada, obediente, a sus propios maridos como de la misma manera como lo está al Señor. Para muchas de nosotras esto es como una espina en nuestro costado, nuestra carne no desea hacerlo, pero el Espíritu Santo nos da un principio "Como al Señor", y "En el Señor", no debemos temer, esto no nos hace ciudadanas de segunda, si no que nos coloca en un lugar de protección, en otras partes de la escritura nos amplia esta enseñanza, diciéndonos el papel tan vital que tenemos en la sociedad, comenzando en el matrimonio y la familia, dando a luz hijos, criándolos, arrullándolos, proveyendo para ellos todo, lo que necesitan para crecer y más importante como madres piadosas, que somos de gran influencia para nuestros hijos. Enfocando toda nuestra energía y talento en hacer eso que nadie puede hacer mejor que una madre que teme al Señor.
V.23 ¿La razón de esta sumisión? El principio de autoridad y diseño el marido es cabeza (responsabilidad, líder) de la mujer, el comparativo, así como Cristo es cabeza de la iglesia.
La figura central de esta relación no es un esposo, sino Cristo a quien es necesario estarle sujetos. Una esposa sujeta a su marido, está mostrando en una forma gráfica la relación de la iglesia a Cristo, así que no se trata de ti o de mi o de nuestros esposos. Así que no se trata de ti o de mi o nuestros esposos, la relación primaria gloriosa y honrosa es estamos diciéndole al mundo
"Cristo es
cabeza, regente, Cristo gobierna y él tiene una esposa que le está sujeta, que
lo ama, respeta y honra y es su Iglesia."