Efesios 4:12-16 "Cristo Señor y dueño de la Iglesia"

Cristo Señor de su iglesia, la organiza, establece como será establecida y dirigida. Su sangre preciosa la compro, la redimió, por lo tanto, le asiste todo el derecho a establecer como debe ser cuidada y edificada.

En el estudio pasado estuvimos viendo que el apóstol pablo recuerda a los efesios que Cristo al subir al cielo después de su resurrección llevo cautiva nuestra cautividad, ya no más esclavos del pecado, de santanas, ahora somos esclavos de Cristo, una esclavitud por amor y no por obligación. Al hacer esto nos dio dones a través de su Espíritu Santo, veíamos como el anteriormente a sus discípulos les decía que les convenía que Él se fuera porque mandaría al consolador, y así fue lo podemos ver en el libro de los Hechos, cuando el Espíritu Santo desciende y bautiza a los 120 discípulos en el aposento alto.

V.12 "a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,"

Este versículo inicia "a fin" (Propósito) refiriéndose a lo antes dicho en el versículo 11 que Cristo constituyó a unos apóstoles, profetas, evangelistas, maestros y pastores, en la actualidad no hay personas que desempeñen el cargo o función de apóstoles y profetas como lo vimos en el estudio pasado, pero sí evangelistas, y Pastores-maestros.

El propósito de Cristo al dar a algunos hombres estos dones y entregarlos a la iglesia, es de perfeccionar a los santos (a la iglesia, redimida y santificada por Cristo), para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Cristo usa a estos hombres (evangelistas, pastores-maestros) para capacitar al cuerpo de Cristo, para alcanzar la madurez que Cristo quiere. Nos quiere perfeccionar para la obra de ministerio, ¿cuál es nuestro ministerio? El ministerio que tenemos como creyentes es el Servicio, para edificación de la iglesia.

El nos va perfeccionando a medida que somos entrenados en el conocimiento de su palabra a través de ellos, para crecer a un nivel personal y poder contribuir al crecimiento y desarrollo de la iglesia. Nuestra tarea, querida hermana como miembros del cuerpo de Cristo, no es de forma pasivo, sino de forma activa haciendo nuestra función, ofreciendo nuestro don para la edificación, no podemos dejar que el pastor haga todo. Y si aun no conocemos nuestro don, que sin duda alguna cada miembro tiene dones, pero si aun no lo conocemos, esforcémonos por desarrollarlo.

v.13 "hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;"

El proceso de crecimiento de la iglesia terminará hasta que lleguemos a la unidad, madurez y perfección, la cual alcanzaremos cuando Cristo venga por su iglesia y estemos ante su presencia (Filipenses 1:6). El auge de la perfección es nuestro Señor Jesucristo. Como creyentes ese debe ser nuestro deseo, ser como nuestro Señor Jesucristo, y no solamente que se quede en nuestra mente, sino que estemos trabajando para ello, siempre Cristo debe ser nuestra comparación; si comparamos nuestra vida espiritual con la de nuestro hermano quizás pensemos que lo que somos o hacemos es suficiente porque eres mejor que él o ella, pero a quién debemos compararnos es a Cristo, a quien debemos imitar es a Cristo. El propósito de Cristo de formar su iglesia es de complementarse a sí misma para seguir creciendo, no hay forma en que podamos llegar a la estatura de la plenitud de Cristo fuera de la iglesia, fuera de la comunión, sin ser parte del cuerpo de Cristo y al decir "ser parte" es estar aportando lo que Dios me ha dado.

V.14 "para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,"

Pablo les dice a los corintios que eran inmaduros espiritualmente y los compara como niños en cuanto a su crecimiento espiritual. Y aquí utiliza de nuevo esta metáfora de ser como niños espiritualmente, fluctuantes sin firmeza, que fácilmente pueden ser engañados por hombres que traen doctrinas falsas a la iglesia. Hay etapas en la vida de un niño, la primera es cuando la mamá tiene que estar dándole alimento en su boca, tiene que enseñarle a caminar poco a poco y este es el trabajo de los pastores, maestros, el darles leche espiritual, la doctrina, enseñarle a caminar para ellos al crecer puedan ser ayuda a nuevos miembros, pero tristemente en las iglesias puede haber miembros que no buscan un crecimiento espiritual personal, que no conoces su biblia, que tienen muchos años en la iglesia y que debieran ser maestros como dice en hebreos 2:12-14, pero que aun necesitan que les den de comer. Debemos buscar un crecimiento espiritual para no ser estos niños que son fácilmente engañados por falsas doctrinas que sutilmente se infiltran hoy en día a las iglesias.

v.15 16 "sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor."

Los creyentes no deben quedarse en las etapas de bebés, de niños que son fácilmente engañados, sino que deben de llegar a un punto en el que sigan la verdad en amor. Cristo es la verdad y debemos caminar en Él por amor y gratitud de todo lo que nos ha dado y somos en Él. Y Pablo continúa diciendo que crezcamos en Cristo y compara a la iglesia, el cuerpo de Cristo a un cuerpo humano, donde no solo recibimos ordenes de la cabeza, que es Cristo, sino también el alimento espiritual y esto hace que el cuerpo este concertado, unido y realice su función.