3.-Lecciones de la vida de Ana."Ana glorifica a Dios"

1 Samuel 1:1-18 "Ana una mujer de Fe" Ana parece haber sido una mujer promedio como tu y como yo, pero antes de que nos encontremos con ella en 1 Samuel 1. Tenía  deseos, anhelos y aspiraciones típicas de la vida. Ella quería estar segura y feliz; quería casarse, tener un hogar e hijos. Pero Dios estaba en el proceso de conformar los deseos más profundos de Ana de estar en línea con su voluntad y sus planes.

Es verdad que Ana había encontrado un esposo, y la amaba profundamente. Tenían un hogar juntos y parece que vivían una vida cómoda. Pero a medida que pasaba el tiempo y ella no podía tener hijos, algunos de sus sueños se estaban yendo lentamente. Luego, con la adición de otra esposa, Penina y cada bebé que ella tuvo, los deseos de Ana no solo se estaban deslizando, sino que también estaban siendo aplastados. Y después de varios años, probablemente sintió que estaba en una olla de presión lista para explotar, muy diferente de la vida ideal que había imaginado.

La vida rara vez va como lo planeamos. Algunas veces es debido a nuestras propias elecciones pecaminosas, a veces debido a otras elecciones o acciones que nos involucran. Cualquiera que sea el caso, ninguna de las circunstancias de tu vida está fuera del alcance de Dios. De hecho, Él sabe que enfrentaremos pruebas y nos dice cómo manejarlas en Santiago 1: 2-3. "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia." La misma instrucción se repite en 1 Pedro 1: 6-7" En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" Dios nos dice que nos vamos a sentir "afligidas por varias pruebas", y realmente esta poniendo a prueba nuestra fe. En 1 Samuel 1: 5-6 aprendemos que "el Señor había cerrado su matriz". Esto no fue una circunstancia aleatoria. Dios había permitido que estos eventos tuvieran lugar en su vida para sus propósitos.

Esto sucede cuando a menudo preguntan: "¿Por qué un Dios bueno permitiría que cosas malas les pasen a las personas buenas?" Es difícil para nosotros entender que es un acto de amor de Dios para trabajar en nuestras vidas y transformarnos a la semejanza de Dios su Hijo. Pero a veces esa transformación no es fácil para nosotros y luchamos contra nuestro "viejo hombre" para ser transformados en un "nuevo hombre", Efesios 4: 22-24 " En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad". Se necesita una actitud humilde para dejar ir nuestra voluntad y tratar de someternos plenamente a Su voluntad.

A través de los años de dolor y tristeza, Ana estaba siendo purificada, su fe y confianza en su Dios habían aumentado. Ya no eran sus deseos meramente por ella misma, sino que ella quería que su vida glorificara a su Dios. Ella estaba aprendiendo 1 Corintios 10:31 "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios."  ¿Cómo sabemos que esta transformación tuvo lugar en el corazón de Ana? Lo vemos en su oración. 1 Samuel 1:11 " E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza". ¡Qué sorprendente declaración de compromiso! Estoy segura que estaba dispuesta a separarse de su hijo, especialmente considerando que no tenía idea de si tendría otro. Su fe en Dios para hacer tal promesa y su deseo de honrar y glorificar a Dios a través de su hijo, para mí, realmente demuestra la transformación que Dios había realizado en su corazón a través de sus pruebas.

Tus pruebas pueden no ser tan abrumadoras como las de Ana o pueden quizá peores. En cualquier caso, nuestro Padre celestial sabe y se preocupa, incluso cuando las cosas se van mal, Él puede traer justicia y sanidad. Como creyentes en Jesucristo, todo es para la gloria de Dios.