Con confianza pero con reverencia
30.04.2018
Hebreos 4:16 "Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro."
Hace tiempo el Señor a través de su Espíritu Santo habló a mi vida, me sentía tan mal, tan indigna de estar en la presencia del Señor, Dios había contestado muchas de mis oraciones y me había mostrado de muchas maneras su soberanía, su cuidado y amor para conmigo, y yo estaba siendo muy malagradecida al no darle el lugar que le correspondía, la preeminencia. De verdad, no sé si alguna vez se han sentido de esta manera, hasta había en mi una frustración y en ese momento entendí al apóstol Pablo cuando dijo en su carta a los Romanos 7:19 "Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago." Y en versículos más adelante dice "¡miserable de mí!
En ese momento, el Señor me habló a través de estos pasaje; hebreos 4:14-16 Jesús, nuestro sumo sacerdote, quien aboga por nosotros al Padre, se compadece de nuestras debilidades, porque cuando él estuvo en la tierra fue tentado, lo podemos leer en Mateo 4, pero sin pecado. Y al seguir leyendo el versículo 16, si bien el Espíritu Santo me estaba redarguyendo de pecado, también me habló con este pasaje, de acercarme a Dios sin temor, de confesar mi pecado y apartarme de él.
Dice en proverbios 28:13 que no debemos encubrir nuestro pecado, si no confesarlo para alcanzar misericordia.
En ocasiones hay en nuestra vida pecados ocultos, muchas veces no nos damos cuenta, pidámosle a Dios que nos muestre, que examine nuestro corazón, como dice el salmista, para ver si hay caminos de perversidad en nosotras, y si ya nos mostró el pecado, vayamos a él confiadamente.
A través de la obra redentora de Cristo podemos acercarnos confiadamente a Dios, gracias a Él, ese velo que separaba al hombre de Dios, se rasgó en dos, dándonos entrada directa al Padre, qué hermoso es podernos acercarnos con sinceridad y confesar nuestro pecado, sabiendo que él es misericordioso y su gracia es infinita para perdonarnos.