Aprendiendo a hacer de una casa, un hogar.
Hace algunos meses comencé mi vida de casada, jamás me imaginé la gran responsabilidad que se debe de llevar en el hogar como mujer. Cuando era soltera usualmente llegaba a casa después de una jornada de trabajo, mi mamá tenía comida caliente, recién preparada, incluso ropa limpia para llegar a darme una ducha, descansar un poco y comer. En cierta manera no me preocupaba mucho por responsabilidades tan grandes como gastos de una casa, o su organización. No era irresponsable por cuanto aportaba para algunos gastos, cuando podía aportaba, pensaba "con que tenga mi cuarto limpio es suficiente". Una vez casada mi pensamiento cambio por completo.
En el principio de la creación vemos en el relato bíblico que Dios preparo un lugar especial donde pondría a la primera familia. Genesis 2:8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Este lugar era especial, aparte de la creación, y en un futuro muy cercano Adán traería a su compañera de vida Eva, para compartirlo con ella. El hogar no es solo un lugar donde llegamos a comer y dormir, si no donde Dios trabaja, un lugar donde recibimos los valores por parte de nuestros padres, la educación, la felicidad, el afecto, las enseñanzas etc... siempre entorno a Cristo. Un refugió en el cual Cristo es el centro de todo, donde su palabra debe de morar, centrado en el evangelio.
1Timoteo 5:14 nos dice "Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia." La palabra "gobernar" en griego oikodespoteo de Oikos (casa y desposte, un sueño, un dueño) El ámbito de una mujer es el hogar, y ahí es siempre donde deberían de estar las prioridades de la madre, y ella "gobierna" con el dueño de la casa en mente. ¿Quién debe ser legítimamente el dueño de un hogar cristiano?, si nuestra meta no es Centrar nuestro hogar en Cristo, estamos errando al blanco.
Debemos de entender que cada miembro de la familia tiene una responsabilidad. Dios nos ha dejado su voluntad de cómo quiere que sean nuestros hogares y el modelo de familia que le agrada.
- Buscad a Dios primero: Antes que nuestros bienes, antes que nuestro trabajo, antes que todo, Dios debe de ser lo primero, Él debe ser el centro de nuestro hogar. Cuando estábamos planeando nuestra boda, comenzamos a establecer cosas para nuestro hogar, una de ellas fue, nuestras disciplinas espirituales una vez casados: que después de comer juntos leyéramos un capitulo cada día de la biblia y si era posible orar por necesidades tanto de la iglesia como nuestra vida. Para ser sincera no es fácil, a veces nos encontramos tan ocupados que lo dejamos para mas tarde. Pero en este tiempo eh podido conocer más a Dios, crecer en todos los aspectos de mi vida, incluso heme aquí escribiendo algo para ustedes, jamás imaginando que podría ser de bendición para alguien. Aun me falta tanto por crecer, pero sé que necesito buscarlo a Él cada día más, leer su palabra diariamente orando y teniendo una comunión intima con Él.
- Nuestros esposos: Vivimos en tiempos en el que las familias son atacadas, los padres por ejemplo han perdido su autoridad, la sumisión de la esposa es un tema fuera de moda, el liderazgo del varón y su autoridad es menospreciado, por lo tanto, los hogares han dejado de ser ese refugio, y lugar donde nos sentimos seguros, donde se crían los hijos, en un contexto de amor y aceptación. Pero Dios estableció el orden correcto en su palabra (Efesios 5:22-33). Como mujeres nuestra prioridad después que Él Señor es nuestros esposos, somos ese complemento de ánimo, pero también, si no buscamos la ayuda del Señor su sabiduría, podemos ser una mala influencia para él "La mujer virtuosa es corona de su marido, pero la mala es como carcoma en sus huesos" Proverbios 12:4, debemos amar a nuestros maridos, orar por ellos, respetarlos, agradecer por el esfuerzo que hacen, valorar los detalles, invertir tiempo como parejas ....
- Hijos: Tenemos que recordar que la responsabilidad más grande en la vida espiritual en la familia es del Hombre, pero sabemos que el mayor tiempo de relación con los hijos los tienen las mamás. Quizás no te pudiera decir por experiencia propia por que aun no tengo hijo, pero si como hija. Yo no crecí en un hogar cristiano, pero Dios me llamo a Salvación a mis trece años y por ese tiempo mis padres también, conocieron el evangelio. Mi madre fue un gran ejemplo para mi vida. En ocasiones la escuchaba en la sala en las madrugadas, leyendo la biblia, orando, cantando (de verdad cantando) y subía a nuestras habitaciones y se sentaba en la orilla de la cama y comenzaba a orar por nosotros. A veces mi hermano y yo bromeábamos, porque cuando mi mamá estaba en un lugar público o conocía a alguien, no pasaban ni cinco minutos cuando ya le estaba dando un folleto y evangelizando a la persona. Era para nosotros algo jocoso, pero todo eso lo he guardado en mi corazón. Me enseño a moldear mi carácter y cultivar hábitos en mi vida tanto personal como espiritual. Recuerdo las horas que pasaba orando, ha sido un ejemplo para mi vida. Hace algunos días tuvimos una conferencia en nuestra iglesia y la conferencista mencionaba: que tan importante es conocer la vida de nuestros hijos, ¿oras por él, sabe que tienes un tiempo de comunión con el Señor, leen junto, conoces sus problemas ...? Me ayudo a auto reflexionar y comprender el impacto tan importante que puede tener una madre en los hijos y como podemos hacer para que Dios sea real en nuestros hijos con el ejemplo. Recuerda: "Herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre." Salmos 127:3
- Economía en el Hogar: Cuando me case tuve que renunciar a mi trabajo por cuestiones de mi salud, muchas cosas cambiaron para mí, podría tener ciertos lujos: ir al manicure y pedicura cada dos semanas, pasar por el drive-thru por un café casi diario, ropa, zapatos etc. Pero una vez casada mirando el gran esfuerzo de mi esposo por mantener nuestro hogar y a mí, Dios ha suplido aún más. Ya no puedo darme los mismos gustos, pero si he podido ver la mano poderosa del Señor en nuestras vidas, nos ha dado lo que NECESITAMOS, no lo que queremos. Como mujeres una de las responsabilidades que tenemos es la administración económica en el hogar, en Proverbios 31:11 "El corazón de su marido confía en ella y no carecerá de ganancias" El marido confía que su esposa cuide y tenga una buena administración y lo deposita en nuestras manos.
Querida hermana, quizás mi experiencia no sea mayor a la tuya, pero si te puedo decir que ha sido este tiempo maravilloso administrar mi hogar y podemos ver que no tiene límites, disfrutar de lo que el Señor nos ha dado y buscar siempre el bienestar de nuestro hogar. El papel que tenemos es un gran desafío, y como tal es una gran responsabilidad. No siempre será fácil, el enemigo está buscando destruir nuestro matrimonio, nuestro hogar, hijos, pero tenemos que recordar que nuestro Dios es quien estará con nosotros, orar por que el Señor nos guie a que cada día cumplamos las tareas de la mejor manera posible y solo Dios hará prosperar lo que hagamos en su nombre.